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ACOMPANYAMENT A PERSONES EN DOL

Comparteixo les paraules de n'Izaskun Andonegi, presidenta del servicio de apoyo al duelo y enfermedad grave avanzada, Bidegin, i professora del màster en Counseling en dol, pèrdues i trauma que estic cursant.

 

Cuando se pierde un hijo e, incluso, un nieto aparece una respuesta que se ve en las personas mayores y que es la culpa del superviviente: Se espera que sea yo la que muera, ¿cómo puede fallecer mi nieto que tiene diez años?. Lidiar con una culpa desadaptativa en estas edades hace que se complique el proceso. La persona mayor necesita ser entendida, vista, autorizada, tocada.

 

Cuando acompañamos a una persona en duelo tenemos que acompañar desde la presencia, respondiendo a la necesidad de la otra persona y a veces necesita algo muy práctico. Hay personas que no requieren tanto ser escuchadas, porque muy lícitamente expresan su dolor en privado sin necesidad de compartirlo en familia. La actitud siempre es la misma: respeto, no tener prisa, no enjuiciar y atender lo que va aflorando en la persona. Independientemente de la edad que tenga.